Para preservar una casa de la peste y el rayo, úsese este sencillo amuleto: Tómese el tallo de la planta llamada ARTEMISA, cuando este en flor; córtese lo más cerca de la tierra que se pueda y déjese estar en quietud por tres días, de preferencia en un lugar seco y oscuro.
Al tercer día se ata con un alambre en la parte superior de la pared principal de la casa, lo más alto posible y de manera que la planta este cabeza abajo. Mientras que la ARTEMISA este allí colgada, no caerá rayo en la casa, ni será infectada por peste o aire maligno.
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