Los
emblemas han ido protegiendo al hombre a lo largo de los siglos. Son
símbolos que las personas llevan colgados al cuello, o bien cerca del
corazón o colgados en las puertas de sus viviendas. Algunos deben
consagrase y guardarse para ser utilizados cuando la necesidad así lo
amerita.
Cruz de Caravaca
Podemos
decir que la sagrada Cruz de Caravaca es una reliquia viviente, ya que
mantiene intacta la confianza de los devotos a lo largo de los siglos,
quienes recurren a ella con la intención de obrar milagros.
- Milagros de la cruz de Caravaca
Esta
poderosa Cruz fue reconocida y venerada por todos los cristianos que
reconocen a la Iglesia establecida por nuestra Señor Jesucristo, en la
persona del Apóstol Pedro, cuyo representante y jefe espiritual es su
Santidad el Papa.
La veneración por la santísima Cruz de
Caravaca data de la época en que España fue invadida por los infieles,
quienes aplicaban terribles tormentos a los que siguieron la fe de
nuestro Señor Jesucristo.
En el pueblo de Caravaca se
produjo el milagro. El jefe de los hordas Moras tomó la aldea y mandó a
crucificar al párroco para poner a prueba su fe en nuestro Señor
Jesús. Luego de muchas horas de sufrimiento, del cielo bajó esta
sagrada Cruz, traída por Ángeles quienes proclamaban la gloria del
Supremo Creador.
A partir de entonces, los milagros se fueron
sucediendo generando un popular fervor, tanto que los Obispos,
Cardenales y otras autoridades de la Iglesia de España, decidieron
conceder 3.000 días de indulgencia a los que rezaran con devoción
delante de la imagen de la Cruz de Caravaca, un credo y un acto de
contrición.
El reconocido poder de la Sagrada Cruz de
Caravaca hizo que se la nombrara protectora contra todo tipo de malas,
incluyendo rayos, tempestades y centellas.
- Secretos místicos: Consagración de la santísima cruz de Caravaca
Siempre
que se utilice la Sagrada Cruz e Caravaca, el devoto deberá permanecer
concentrado en la presencia de Nuestro Señor Jesucristo y en su amada
madre la Santísima Virgen María.
Antes de realizar cualquier
invocación, deberán rezarse varios Padre Nuestro y Ave María hasta
alcanzar un óptimo estado de concentración para favorecer la claridad
de los pedidos que se realizarán.
Para utilizar correctamente este símbolo deberá realizarse previamente una ceremonia.
Envolver en un paño del color que más nos agrade, ya que cada color posee un determinado significado y actúa despertando diferentes potencialidades de nuestra mente.
Envolver en un paño del color que más nos agrade, ya que cada color posee un determinado significado y actúa despertando diferentes potencialidades de nuestra mente.
- El blanco representa la pureza.
- El rojo, la fuerza generadora.
- El azul, la elevación espiritual.
- El amarillo, la señoría y la inteligencia.
- El verde, la vitalidad y la multiplicación.
Luego
un día Viernes, habiendo tomado el paño elegido, lo colocaremos sobre
una mesa y sobre el mismo, ubicaremos la Cruz de Caravaca. A su lado,
encenderemos colocaremos un recipiente de vidrio que contenga agua
bendita y al lado encenderemos una vela de color blanco..
Observaremos la Cruz mientras rezamos varios Padre Nuestro y varios Ave
María. hasta lograr un alto nivel de concentración. Con la punta de
los dedos, tomaremos un poco de agua bendita y le echaremos sobre la
Cruz y recitamos la siguiente oración:
En el nombre de
nuestro Señor Jesucristo, los invoco para las tareas que debo realiza,
utilizando este sagrado símbolo, que nuestro creador nos legó.
Para
que vayamos por el mundo haciendo el bien en su nombre y arrojando a
los espíritus maléficos, a las profundidades que nunca debieron
abandonar.
- Ángel de la Guarda, protegedme;
- Arcángel Gabriel, asistidme;
- Arcángel Chamuel, protegedme;
- Arcángel Uriel, asistidme;
- Arcángel Miguel, protegedme;
- Arcángel Rafael, asistidme;
- Arcángel Zadkiel, protegedme;
- Arcángel Jofiel, asistidme;
- Ángeles y Arcángeles de las legiones del Señor acudan a mí.
Cuando
las sombras amenacen con apagar la llama encendida en el corazón de
este devoto y servidor. Formen, a mi alrededor una barrera
infranqueable. Cuando la furia del dragón pretendan mi perdición, denle
a mi brazo la fortaleza del hierro, para sostener erguido este símbolo
bendito.
Y que mi lengua sea la poderosa espada que ahuyente para siempre, a las legiones del infiernos.
En el Sagrado Nombre de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Luego se rezará un Padre Nuestro, un Ave María y un Credo.
Finalizado
el ritual se envolverá la Cruz con el paño y se la guardará en un
lugar en donde solamente nosotros sepamos, para buscarla cuando
necesitemos utilizarla. La vela blanca deberá permanecer encendida
hasta que se consuma.
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