Dentro de la diversidad de amuletos tradicionales, posiblemente, la
herradura sea de los más conocidos y populares, tanto es así que su
imagen, ya por sí sola, es símbolo de fortuna y buena suerte.
Aunque, según reza la tradición, para que tenga verdadero poder como amuleto, se deben utilizar auténticas herraduras de caballo hechas de hierro, a fin de colgarlas cerca de la puerta de entrada de las casas y establos. Con este gesto se pretende ahuyentar los maleficios, el mal de ojo y los malos espíritus.
La costumbre de usar herraduras como antídoto contra la mala suerte y los hechizos es muy antigua, especialmente si esa herradura se mantiene en el fuego hasta que el hierro esté candente, y después, una vez fría, se cuelga con las puntas hacia abajo en el dintel de la puerta.
Aunque, según reza la tradición, para que tenga verdadero poder como amuleto, se deben utilizar auténticas herraduras de caballo hechas de hierro, a fin de colgarlas cerca de la puerta de entrada de las casas y establos. Con este gesto se pretende ahuyentar los maleficios, el mal de ojo y los malos espíritus.
La costumbre de usar herraduras como antídoto contra la mala suerte y los hechizos es muy antigua, especialmente si esa herradura se mantiene en el fuego hasta que el hierro esté candente, y después, una vez fría, se cuelga con las puntas hacia abajo en el dintel de la puerta.
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